domingo, 14 de julio de 2013

LA LONJA DE LA SEDA DE VALENCIA

Valencia fue fundada en el año 138 a.c. Durante los últimos años del imperio romano, en el siglo IV, la ciudad comenzó a conformar una primitiva comunidad cristiana.

Fue en el siglo XI con los reinos de Taifas cuando la ciudad adquirió mayor auge. En el año 1238, Jaime I otorgó a la ciudad unas nuevas leyes, los Fueros de Valencia, que años después hizo extensivas a todo el reino de Valencia. A partir de este momento comenzó en la ciudad una nueva etapa histórica de la mano de una nueva sociedad y una nueva lengua, las cuales sentaron las bases del pueblo valenciano tal y como se conoce hoy en día.
File:Llotja desde darrere.jpg
La Lonja de la Seda es una obra única del gótico situada en el centro histórico de la ciudad. Su construcción se llevó a cabo entre los años 1482 y 1548, y su primer constructor fue Pere Compte entre 1483 y 1498 sobre el modelo de la Lonja de Palma de Mallorca.


El nombre que recibe el edificio, Lonja de la Seda, se debe a que el tejido de seda era desde el siglo XIV al siglo XVIII la industria más potente de la ciudad. En el siglo XIV ya había sederos locales, mayoritariamente judíos, y más tarde conversos, agrupados en 1465 en la «cofradía de la Virgen de la Misericordia», bajo cuya advocación hay una capilla en la Lonja construida entre 1484 y 1486.
Durante la construcción de la Lonja de la Seda, la industria sedera de Valencia tuvo un gran auge,  con 293 maestros sederos censados en la ciudad a finales del siglo XV.

Al final del siglo XVII, tan importante era la seda en las transacciones comerciales que la Lonja de Mercaderes pasó a ser conocida como de la Seda. Durante la segunda mitad del XVIII fue el momento de máximo esplendor: veinte cinco mil personas se dedicaban a la industria de la seda en la ciudad, que contaba con más de tres mil telares

La seda era utilizada como signo de status social, confeccionando todo tipo de complementos de seda y vestuario sofisticado. Pero a partir de 1790 empezó el ocaso de la industria sedera en Valencia, no volviendo a remontar. No obstante, la lonja ha mantenido su nombre tradicional hasta nuestro días, en homenaje a la que fue pionera industria valenciana durante tantos siglos.

En el interior se encuentran ocho esbeltas columnas helicoidales donde se sostienen las bóvedas de crucería.

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